Procesiones Chiquitas Semana de Pascua
La celebración de procesiones de Semana Santa en Popayán es una manifestación esencial de la cultura y el sentido de pertenencia de los habitantes de esta ciudad. Hay registro histórico de su existencia desde 1556. La participación en ellas es motivo de orgullo en las familias y en ese ambiente, los niños sienten el apego por la tradición. Su instinto de natural de imitación, los lleva a reproducir en sus juegos en la Semana de Pascua lo que vieron en los famosos desfiles sacros, para lo que utilizan los elementos que encuentren a mano como cajas, muñecos o alguna pequeña imagen que encuentren en la casa.
La historia registra que, desde finales del siglo XIX, algunos adultos se interesaron por auspiciar ese entretenimiento, cuando llegaron desde Quito a Popayán unas réplicas de las imágenes que desfilan en los pasos mayores y con ellas durante algunos años, pasada la Semana Santa, se vieron en las noches, simpáticos desfiles con las escenas de la pasión de Cristo, llevados en los hombros por niños payaneses.
La costumbre avanzó y después de varios intentos de otros ciudadanos, en 1949 el educador don Pedro Antonio Paz Rebolledo, hizo realidad su sueño de niño de tener, en escala pequeña, la réplica de uno de los famosos pasos payaneses. Fue el de un bello crucifico colonial, sobre perfectas andas contratadas a un hábil carpintero, Otras dos réplicas conformaron ese año la primera Procesión Chiquita de la Semana de Pascua.
El buen resultado, conseguido lo animó a contratar otras imágenes al escultor ecuatoriano Alfonso de los Reyes, en colaboración con hermanos y primos suyos, animados por su idea de crear las copias infantiles de todas las procesiones de la Semana Santa payanesa. Felizmente acogidas y respaldadas por la ciudadanía, las Procesiones Chiquitas se constituyeron en el indispensable acontecimiento anual que brinda felicidad a los niños participantes y a los adultos que lo disfrutan al contemplarlo.
En 1995 se creó la Fundación Pedro Antonio Paz Rebolledo para dar respaldo institucional al esfuerzo y organización que desde un principio estuvo a cargo de la familia.
En total son 6, procesiones, una diurna el domingo de Pascua y cinco nocturnas en las noches del martes al sábado de la misma semana. En ellas participan en 65 pasos, alrededor de 900 niños de ambos sexos cumpliendo los roles de los diferentes personajes que conforman los desfiles. Popularmente se reconocen como la Escuela del Carguío, pues en ellas, desde el año 1949, se ha formado varias generaciones de los participantes activos en la tradición semanasantera de la ciudad.
Inicio del Desfile
A partir del 11 al 14 de abril a las 19:30 horas, inicia la procesión en la iglesia de San Francisco, organizada por la Fundación Pedro Antonio Paz Rebolledo.
